lunes, 28 de abril de 2008

No hay nada como improvisar sobre la marcha

Era una tarde aburrida de un domingo cualquiera, para matar el tiempo servidora se puso a grabar unas pelis por tal de uno matar el tiempo y dos hacer algo de espacio en el disco duro. Pos estaba ahí en plena faena cuando se cumple la ley de Murphy si sólo encuentras un rotulador este no funcionará. Así que hice gala de algo que nos caracteriza a todos los españoles, la chapuza, siendo fiel a mi lema "no hay nada como improvisar sobre la marcha".


Cogí alcohol con tal de resucitarlo, tanto fue mi énfasis que cuando volví a la habitación habiéndo quitado previamente el tapón por el pasillo para ahorrar tiempo, me percaté de que el rotulador se estaba desangrando y que había restos de sus entrañas por el suelo.


Después de limpiarlo como buenamente pude, la intuición femenina me invadió y volví sobre mis pasos por el pasillo para ver por donde más había esparcido sus restos. Giro la cabeza y veo siete manchas negras en la pared recién pintada de amarillo hace dos semanitas.


Plan A: Pedir asilo político por Andorra pero es más fácil escabullirse de hacienda que de la “máááma”. Con tal percal dispuse un plan con una solución real.


Plan B: Cogí “KH-7 o “Cillit Bang” el quita manchas y estaba claro que eso lo era pero para mi fortuna no funcionaba.


Plan C: Como era tinta pos usé el alcohol con el cual había liado todo el percal, me dispuse a limpiar y sí que quitaba la tinta pero como la fortuna es una amante esquiva se cumplió la septima ley de Murphy "cualquier solución entraña nuevos problemas", también se quitó la pintura amarilla. Al final tenía una pared amarilla con una mancha blanca de unos veinte centímetros de diámetro en pleno centro.


Plan D: Demasiado bajo para poner un cuadro, así que rebusque por el altillo encomendándome a todos los santos conocidos y por conocer para que la mezcla casera hecha con tinte y pintura blanca estuviese por ahí escondida. ¡Por fin! Los astros me sonrieron y pinté la luna que había creado.


Plan E: Ahí no acaba todo, la pintura estaba fresca como alguien pasase por ahí ya la tenía liada otra vez. Cogí un alargo y el secador de pelo secando la pintura recién puesta en un periquete. Resolviendo el embolado en el cual me encontraba.


En fin, como me dice mucha gente hay gente que nace con estrella o otros estrellados y yo nací con los dos.